Era
uno de los proyectos más valorados de Europa. Incluso
Segittur,
la institución pública de turismo y tecnología, lo catalogó como "el
proyecto con más posibilidades de tener éxito de España".
Open Camp Europe, el parque de atracciones del deporte que abrirá la primavera de 2016, tenía muchas novias. Al final, se quedó con
Barcelona.
"Ahora ya se puede decir, pero estuvimos en conversaciones con
representantes de Madrid, Andorra, Sevilla y Newcastle para instalarnos
allí", ha revelado
Paco Medina, director general del proyecto.
"No existía ningún parque de atracciones del mayor entretenimiento del mundo, el
deporte", ha explicado en el IV Tourism Summit de IESE. "No puedo
entender como lo había de Astérix o de los pitufos y no del deporte", ha
exclamado. Impulsado en un 85% por capital catalán y con el resto de
fondos procedentes de otros países de Europa, Medina se enorgullece de
no haber solicitado "ni dinero público, ni cambios de legislación, ni
ningún tipo de beneficio fiscal" como otros macro complejos. Un claro
dardo a
Eurovegas.
Más de 900 puestos de trabajo
La obra ha supuesto un desembolso de 20,5 millones de
euros en los primeros 18 meses y la creación directa de casi 150 puestos
de trabajo. "Si sumamos los directos y los inducidos se pueden superar
los 940", ha presumido el directivo.
Además, dotará de actividad a una instalación que se utilizaba siete u ocho días anualmente. El Estadi Olímpic Lluís Companys y
sus inmediaciones. Una enorme cantidad de hectáreas aprovechadas sólo
en para la celebración de grandes competiciones deportivas o conciertos.
El parque estará abierto 230 días al año, aseguran en su página web.
Pese al retorno y la elección, el complejo esconde
Barcelona en su nombre. "La ciudad ya es una marca muy potente por sí
misma, por ello nos hemos radicado aquí, pero ahora queremos explotar en
concepto Europa en el mundo", ha comparado. Luego, ha lanzado al aire
la posibilidad de lanzar el "Open Camp Brazil o el Open Camp Emiratos Árabes".
Una promoción discreta
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