sábado, 12 de septiembre de 2015
Ya
no hay duda de que la Diada de la independencia ha sido un éxito. Da
igual si fueron 1,4 millones, como dice la guardia urbana o dos
millones, según anunció el presidente de la ANC. En todo caso un gentío,
de todas clases, condiciones, edades y sexos. Una movilización social
histórica muy vistosa, bien organizada, con colaboración permanente de
una ciudadanía ilusionada. Se planteó desde el principio como un
espectáculo de masas que cautivara por su agilidad, la sincronización de
movimientos, la armonía de colores y todo ello, compuesto por un
montaje de varias cámaras que dan, en efecto, un espectáculo de calidad.
Los vídeos que circulan por las redes, las imágenes que reproducen los
medios extranjeros, a la par que captan la atención de públicos muy
diversos, son los mejores embajadores para difundir por el mundo la
reivindicación nacional catalana de la independencia. Y transmiten el
mensaje de una movilización popular, democrática, cívica, que aúna los
movimientos sociales con la dirección institucional.