El Estado español con el CNI a la cabeza no da para más y se empecina en ver como 'enemigo' a espiar a Catalunya, cuando son otros de los que tendría que preocuparse.
por Josep Herrera
Per Lina Smith/Europapress |
Las sospechas de espionaje al presidente español Pedro Sánchez y a la ministra de Defensa Margarita Robles conducen desde hace días hasta el otro lado del Estrecho. Exactamente la reino alauita de Marruecos. Hipotéticamente país ‘amigo’. O eso es lo que se fuerzan a creer en España.
Las revelaciones de que los teléfonos móviles de Pedro Sánchez y varios de sus ministros fueron infectados con Pegasus hace ahora un año, en una coyuntura marcada por la llegada de Brahim Ghali y el asalto migratorio a Ceuta, convierte a Marruecos en el principal sospechoso del espionaje.
Ahora se puede dar por confirmado que el reino de Mohamed VI ejerce sin escrúpulos un espionaje sistemático, contra sus súbditos y también contra