EXILI
La legislación contempla un plazo máximo de 60 días pero admite una prórroga justificada de otros 30
Las leyes alemanas castigan la alta traición para cambiar el orden constitucional y separar una parte del Estado
Fuentes de su defensa aseguran que Alemania tiene una legislación favorable a Puigdemont porque no contempla como tal el delito de rebelión.
Marcos Pinheiro
Carles Puigdemont, durante una de sus ruedas de prensa en Bruselas. EFE |
El proceso para que Alemania entregue a España a Carles Puigdemont, detenido este domingo tras cruzar la frontera con Dinamarca,
puede dilatarse unos tres meses. Ante su previsible rechazo a ser
extraditado, se abrirá un plazo de hasta 90 días para que las
autoridades judiciales alemanas comuniquen a las españolas su decisión
sobre la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE). A diferencia de las leyes belgas, las alemanas sí contemplan delitos
similares al de rebelión, cuyas penas superan en algunos supuestos los
10 años de cárcel.
Según la
legislación por la que se rigen la OEDE, si el detenido acepta la
extradición esta se produce en un plazo de 10 días. Si no, se abre un
periodo de 60 días para que las autoridades estudien si los delitos que
contiene la orden de detención están contemplados en sus leyes. Dispone
de una prórroga de otros 30 días por "razones justificadas". Las
autoridades judiciales alemanas tendrán que decidir si durante ese
tiempo Puigdemont debe permanecer preso o en libertad.
Bélgica le dejó
en libertad pero en Alemania no tiene residencia habitual, lo que
complica que pueda salir de prisión hasta que haya una decisión.
Puigdemont pasará en uno o dos días a disposición
judicial, donde rechazará su extradición inmediata y se decidirá sobre
su situación personal. A partir de ahí se fijará una fecha para que la
Fiscalía y la defensa del expresidente argumentan por