PROTESTAS EN CATALUNYA
'Público' ha obtenido vídeos, fotografías y testimonios que demuestran que al menos tres encapuchados ajenos a los manifestantes de los CDR derribaron la larga valla que separaba a independentistas y mossos en Pau Claris con València, y después comentaron entre ellos: "Ya está, ya hemos tirado la valla y ahora se va a liar" / "Ahora ya podemos hablar castellano, ya no hay problema" / "Y destaparse; yo me destapo". Tras su intervención se produjeron algunos incidentes y los antidisturbios acabaron disparando pelotas de goma y de foam a los congregados, que sólo lanzaron unas latas vacías
Manifestantes de los CDR, sentados pacíficamente con velas encendidas ante las vallas que después derribarían los infiltrados, provocando incidentes y cargas policiales. SERGI CAMARA |
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barcelona Actualizado:
El Tsunami Democràtico que organiza las grandes protestas callejeras en Catalunya contra la sentencia del procés insiste una y otra vez en que todas sus convocatorias llaman a ejercer una "desobediencia civil pacífica", y en sus comunicados reiteran sus llamamientos a la no violencia, como se puede leer en el que fijó "las prioridades para los próximos días" –a través del canal de Telegram que contaba 325.301 miembros a la hora de redactar esta crónica– y que reproducidos a continuación:
Comunicado de Tsunami Democràtic llamando a la no violencia a sus 325.000 seguidores en Telegram. |
"Hay que recordar, además, que la no violencia es la herramienta más potente que tenemos para poner en evidencia la demofobia del Estado español, que hasta ahora sólo ha utilizado la fuerza, la violencia y la represión para abordar este conflicto político. El Estado y las fuerzas de seguridad trabajan para fomentar y provocar la violencia. Por
eso, hay que oponer la fuerza no violenta de la gente movilizada en defensa de los derechos y libertades".
Más adelante, el comunicado termina con una solemne proclama:
Nos reafirmamos en la convicción de Gandhi, que compartimos:
"La no violencia es la fuerza más grande a disposición de la humanidad".
"La no violencia es la fuerza más grande a disposición de la humanidad".
Sin embargo, después de ese comunicado –difundido a las 13.30h del miércoles– se han multiplicado los incidentes cada vez más violentos en las manifestaciones de Barcelona, donde encapuchados presuntamente pertenecientes a los Comités de Defensa de la República (CDR) han llegado a lanzar cócteles molotov contra contenedores, provocando incendios de vehículos cercanos, a cortar las arterias de la ciudad con barricadas en llamas y a atacar a los antidisturbios con todo tipo de objetos contundentes e incluso ácido, según las denuncias policiales.
Al mismo tiempo, la totalidad de los integrantes y simpatizantes de los CDR consultados por Público aseguran no conocer –y condenar– a los integrantes de los miembros de esos comandos de guerrilla urbana, que suelen actuar al final de las movilizaciones pacíficas con una coordinación y violencia inusitadas.
Denuncias sobre infiltrados violentos pagados para ello
Incluso se están difundiendo en redes sociales mensajes de personas que afirman haber visto cómo algunos de esos encapuchados reciben sobres con dinero después de sus actuaciones violentas.
En casi todos los casos, las denuncias de que ese vandalismo está siendo cometido por "infiltrados" ajenos a las organizaciones independentistas de desobediencia civil –como también ha asegurado el president Torra– son inverificables. Pero en la noche del martes, en el céntrico entorno de la Delegación del Gobierno en Barcelona, se produjo un muy sospechoso incidente que fue filmado por uno de los testigos de los hechos que se encontraba haciendo fotos de una sentada pacífica, con velas encendidas, en el cruce de las calles València y Pau Claris.
Se trata de Sergi Camara, quien primero fotografió la protesta, ante unas vallas encadenadas que bloqueaban por completo la calle Pau Claris, separando a los manifestantes de los mossos d'Esquadra, como se puede ver en la imagen que encabeza este artículo. En la siguiente foto se comprueba que los indepes no pretendían emprender ninguna acción violenta, tal como estaban sentados tranquilamente en el suelo con las velas:
Escena de la protesta ante las vallas policiales, poco antes del extraño incidente con "infiltrados" que acabó generando violencia. SERGI CAMARA |
"Ya está. Ya hemos tirado la valla y ahora se va a liar"
De pronto, un encapuchado muy corpulento se abalanzó contra las vallas y logró derribarlas, a pesar de que formaban una larga hilera de sólidos cierres metálicos, extendidos de una a otra pared cortando los cuatro carriles de calzada y las dos anchas aceras, y fijados con gruesas cadenas entre elementos, como se puede ver en la foto que reproducimos en este margen izquierdo.
"Me sorprendió que ese encapuchado hubiera sido capaz de derribar todo ese conjunto de vallas encadenadas, a pesar de su envergadura, pues debía medir como uno-noventa de altura", explicó al día siguiente a este diario el propio Camara. "Pero lo que me extrañó todavía más fue oír a continuación cómo otros dos encapuchados, tapados con sudaderas grises, que estaban a mi lado, decían: "Ya está, ya hemos tirado la valla y ahora se va a liar".
La verdad es que la aparatosa y ruidosa caída de la valla había hecho correr hacia atrás a los que antes estaban sentados o quietos, y algunos habían empezado a arrojar las velas o latas vacías a los mossos, que ya no contaban con la barrera defensiva. Pero justo en ese momento apareció desde la calle València un nuevo destacamento de antidisturbios de la policía catalana que ocuparon en formación el lugar que antes ocupaba la valla caída.
"De inmediato, cogí el móvil y me puse a filmar, sólo para grabar así el audio de los que hablaban junto a mí, fingiendo que hacía las fotos con el teléfono, en vez de con la cámara", continúa Camara su relato.
Aquí abajo se muestran los primeros instantes del vídeo que grabó, en los que se aprecia la llegada de los refuerzos policiales y cómo se dispara de pronto una tensión que antes no existía:
Camara siguió grabando y en el siguiente fragmento de vídeo se escucha perfectamente cómo los dos presuntos CDR que habían dicho lo de "ahora se va a liar" comentan:
–"Ahora ya podemos hablar castellano, ya no hay problema", dice uno.
–"Y destaparse; yo me destapo", apunta el otro.
Después se pusieron a hablar sobre el armamento que portaban los antidisturbios, puesto que tras la prohibición de que los mossos empleen balas de goma han cambiado aquellas escopetas por unos lanzadores de bolas de foam. Y, aunque no se les escucha bien en el vídeo por los gritos de los manifestantes, decían algo así como: "Mira, mira ése. Una cosa... píllate el arma. Ya, ya, y la de... esto... la de bolas".
Encapuchados protegidos por los antidisturbios
Porque lo verdaderamente extraño es que los mossos habían parado e interpelado a Camara tras la estruendosa caída de la valla, igual que hicieron con otros miembros de la prensa, y sólo les dejaron permanecer tras las filas policiales al ver que eran periodistas. Pero a los dos encapuchados presuntamente indepes ni siquiera les preguntaron nada cuando se refugiaron detrás del cordón de antidisturbios. Estaba claro que los policías les conocían y protegían.
En cualquier caso, tampoco había una situación de gran violencia, y la multitud ya se había retirada a mucha distancia de los antidisturbios. Sin embargo, de pronto se produjo una carga policial que todos los periodistas presentes consideraron innecesaria e inexplicable. En el vídeo se ve perfectamente cómo en el centro del cruce han quedado en el suelo las velas encendidas que han abandonado los manifestantes con la llegada de los antidisturbios:
Pero enseguida llegaron más antidisturbios, esta vez de la Policía Nacional y equipados con escopetas de pelotas de goma, que uno de ellos disparó pese a que los manifestantes ya se habían alejado mucho. Tan disparatado era abrir fuego en aquel momento que uno de los periodistas incluso le increpó, llamándole "subnormal". Como se ve en el vídeo, ningún manifestante estaba en ese momento creando una situación de riesgo o destrozando mobiliario urbano:
Poco después se vuelve a producir otra descarga de pelotas de goma, igualmente innecesaria:
Sergi Camara no vio a ningún manifestante cometer más violencia que el lanzamiento de velas o latas vacías, pero de pronto descubrió que en el centro del cruce estaba ardiendo un cartón, arrojado por alguien sobre las velas, y junto a ese conato de incendio había aparecido un contenedor. Tampoco había visto a ningún manifestante empujando contenedores, así que se puso a repasar el contenido de la tarjeta de memoria de su cámara... y encontró esta imagen:
No cabe duda de que se ha producido una gravísima escalada de violencia por parte de grupos incontrolados en las calles de Barcelona, pero hechos como éste muestran que en ocasiones se ha querido provocar comportamientos violentos que los manifestantes no buscaban en absoluto.
ENLLAÇ NOTÍCIA :
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