31/10/2014 -
19:34h
La Agencia Europea de Medio Ambiente señala que es uno de los seis países que "no están en la senda para conseguir sus objetivos" de reducción de emisiones para 2020
La política medioambiental del nuevo comisario de Energía y Cambio Climático sale mal parada en el último informe europeo, que asegura que España no ha tomado medidas suficientes para cumplir con sus obligaciones
Los mejores resultados del informe para España corresponden a la bajada en el consumo de energía primaria, que la UE achaca a la recesión
Europa suspende la gestión española de las emisiones de gases de efecto invernadero. /EFE |
Al comisario de Cambio Climático y Energía, Miguel
Arias Cañete, le llega como un bumerán su propio legado como ministro de
Medio Ambiente español: España está lejos de conseguir la reducción
obligatoria de gases de efecto invernadero (GHG) que debe cumplir en
2020, según el último informe
de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA).
Uno de los primeros
asuntos sobre los que tendrá que actuar Cañete será su propia herencia.
Arias Cañete fue ministro de Medio Ambiente hasta que fue presentado
por PP como candidato a las elecciones europeas en mayo de este año –con
vistas a convertirlo en comisario–. El 9 de octubre obtuvo el visto
bueno del Parlamento Europeo tras un duro interrogatorio en el que le
preguntaron por sus vínculos con la industria petrolera (vendió sus
participaciones en dos sociedades del sector justo antes de someterse a
la revisión de la cámara).
La aprobación de los
diputados le abrió el camino para estar al frente de las acciones de la
Comisión Europea en cuanto a la energía y su relación con el cambio
climático. Ahora el informe anual sobre esta estrategia señala que
España es uno de los seis estados de la Unión Europea sobre los que la
agencia ve imposible que cumplan con sus compromisos respecto a los
gases principales responsables de ese cambio climático.
En su informe de situación de 2014, la EEA considera que España "ni
siquiera está en el camino para cumplir con sus objetivos". El documento
analiza que "sus emisiones de gases indican que no lo conseguirán
mediante políticas y medidas en el ámbito nacional". La EEA le recuerda
al Gobierno que "tendrá que diseñar e implementar nuevas medidas –o usar
mecanismos de flexibilidad– para alcanzar esos objetivos en 2020".
España debería rebajar sus emisiones de efecto invernadero un 10%
respecto a las de 2005. Los analistas sugieren a España que compre
derechos de emisión a otros Estados miembros a los que les sobre cupo
para cumplir técnicamente con el límite, y así lograr que el global de
la UE esté en las cifras comprometidas.
La agencia le
dice a España que, según su análisis, las reducciones de gases en la
atmósfera provenientes del transporte (la mayor fuente de estas
emisiones) "siguen siendo limitadas". Las proyecciones de la agencia
muestran que en 2020 España superará la frontera de gases que tiene
asignada: 208,6 millones de toneladas, ya sea con las medidas ya
existentes (llegaría a 228,5) o con planes adicionales (se quedaría en
224,7). Tampoco hay buenas perspectivas en el sector agrícola.
En su esquema, los técnicos de la EEA calculan que a partir de 2015
España incumplirá los límites de emisión de gases. Pasará de fallar en
un 0,5% ese año hasta llegar al 9,5% en 2020, que es el horizonte final
de este plan de acción para frenar el cambio climático.
Mejor en renovables y ahorro energético
La estrategia Europa 2020 tiene otros dos ejes: la cuota de energías
renovables y el ahorro energético. En este último es donde España está
mejor, según el informe de la EEA. El análisis explica que se está
cerrando la brecha en cuanto ahorro energético tanto en la fase primaria
como final, aunque el texto matiza que la crisis económica española ha
tenido un "papel crucial" en la reducción. Así, mientras en los Países
Bajos se han desarrollado medidas para la eficiencia en la "conversión y
distribución" de energía, en España la recesión ha sido clave para la
rebaja "en el consumo de energía primaria".
Igualmente, achaca una buena parte de la caída en el consumo final a la
depresión económica, un patrón que comparte con Grecia y Hungría.
"Además de las medidas de eficiencia, se ha observado un consumo
reducido en los sectores económicos", dicen. Y para rematar señala como
otro de los factores decisivos: "el colapso de los sectores de la
construcción y el transporte".
La agencia europea
subraya que hay que buscar una explicación para el hecho de que países
como España estén mejorando en sus obligaciones respecto a las energías
renovables y la eficiencia energética, pero estén lejos de conseguir
cortar el flujo de gases perjudiciales hacia el aire. "Una posible
explicación", dicen, "es que los datos para energía y renovables son del
año 2012 mientras que los de gases son de 2013".
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