10 junio, 2014
Se trata del de la Santa Creu y Sant Pau, declarado Patrimonio
de la Humanidad por la UNESCO – Le siguieron los de Zaragoza (1425),
Lleida ( 1454); y Palma de Mallorca y Milán (1456)
Barcelona (Por Francesc Roca-Fundación de Estudios Históricos de
Cataluña-L’Econòmic).- El 1 de febrero de 1401 el gobierno municipal de
la ciudad de Barcelona, entonces llamado Consejo de Cien (Consell de
Cent), y el gobierno de la Iglesia cristiana de la catedral de Barcelona
acordaron la creación de un hospital general: el Hospital de la Santa
Cruz. Inicialmente, se basaría en la fusión de los seis hospitales
existentes en la ciudad: tres pertenecían en la Iglesia y tres al
municipio. La dirección recibiría el nombre de Muy Ilustre
Administración (MIA) y estaría integrada por cuatro personalidades: dos
ciudadanos nombrados por el Consejo de Cien y dos eclesiásticos
nombrados por los canónigos de la Catedral. Los cargos de la MIA serían
sólo por dos años, pero renovables.
De pequeños hospitales como los seis que había en Barcelona desde
hacía siglos, como en Europa, el
mundo islámico, la India y China, lo
que sorprende del hospital creado en 1401 fue: 1) era un hospital
general, destinado a todo tipo de enfermos y de enfermedades, y 2) era
un hospital dirigido conjuntamente por una institución pública
representativa y por una organización religiosa territorial. No era,
pues, ni un hospital local de pequeñas dimensiones, ni un hospital
especializado en determinadas afecciones, ni un hospital dedicado a un
sector de la población (cómo, por ejemplo, el ejército) y no era ni un
hospital sólo eclesiástico, o sólo civil. Tampoco era un hospital real,
ni un hospital del Estado (de la Generalitat de Cataluña).
Para pobres y todo tipo de enfermos
Por primera vez, se fundaba un hospital destinado a hombres y mujeres
pobres que lo necesitaran, de todas las edades, incluidos los niños
huérfanos, con todo tipo de enfermedades y víctimas de cualquier
accidente. Se incluyeron los enfermos con trastornos mentales severos.
El Hospital de la Santa Cruz seguía siendo un hospital/asilo de pobres,
como todos los hospitales medievales, pero también pretendía curar. Por
ejemplo, en las Ordenanzas de 1417, se estableció que los “médicos de
física y los barberos” (los cirujanos) pasaran vista dos veces al día e
hicieran recomendaciones y recetas por escrito y firmadas por ellos (y
por nadie más).
En Milán, el “Ospedale Maggiore”, considerado uno de los primeros
hospitales generales de Europa, se fundó el 1456. En París, el
Hôtel-Dieu, pareciendo a un hospital general pero dependiente de la
catedral de Notre Dâme, pasó a ser dirigido por ocho laicos en 1505. En
Inglaterra, la disolución de los monasterios católicos decidida por
Enrique VIII en 1540, llevó los tres grandes hospitales de Londres a
convertirse en hospitales reales. En Madrid no hubo hospital general
hasta 1587 y fue un hospital instituido por la corona castellana. En
Ginebra, el hospital general por fusión de ocho hospitales medievales es
de 1602. El Charité Hospital de Berlín es de 1710; el Pennsylvania
Hospital, de 1752; el Hospital General de Viena, de 1784.
Los primeros hospitales generales del mundo
De hecho, los primeros hospitales generales fueron creados en las
grandes ciudades de la Confederación catalano-aragonesa. El itinerario
de la cronología tiene un sentido: primero, Barcelona, en 1401; después:
Zaragoza, en 1425; Lleida, en 1454; Palma de Mallorca, en 1456;
Tarragona, en 1465; Valencia, en 1512; y Jaca, en 1540.
Localizado en las afueras de Barcelona, entre campos, el Hospital de
la Santa Cruz, con algunas ampliaciones (como la Casa de Convalescencia,
funcionando desde 1680), siguió en este emplazamiento hasta 1930. Pero,
desde 1900, se empezaría a proyectar y a construir, un nuevo hospital
general de grandes dimensiones, situado, como el primero, junto a la
ciudad pero en los límites del Ensanche Cerdà.
Donaciones populares
Si, desde sus inicios, el hospital había sido financiado en buena
parte por las donaciones voluntarias de muchos ciudadanos, ahora, el
nuevo hospital sería posible gracias a la decisión testamentaria de un
banquero catalán instalado –y muerto- en París llamado Pau Gil,
propietario de la Banque Gil. De dónde surge, por cierto, la decisión de
la MIA de cambiar ligeramente el nombre de la institución: ahora sería
el Hospital de la Santa Cruz y de Sano Pau. O, sencillamente Sant Pau.
Lo más sorprendente es que el nuevo hospital fuera tan moderno y
avanzado desde el punto de vista médico y sanitario, y a la vez una obra
maestra del Modernismo europeo. Declarada, en 1997, Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco.
Hospital ciudad-jardín
La ciudad modernista hospitala proyectada por Lluís Domènech y
Montaner es, en algunos aspectos, muy innovadora. Es un hospital de
pabellones aislados, comunicados por una red subterránea de galerías y
túneles. De integración horizontal, pues, sin la rigidez de los
ascensores de los hospitales-rascacielos. Es a la vez un
hospital-jardín, con unos 145 m²/cama, muy por encima de los 100 m²/cama
considerados como óptimos en la Europa del 1900. La orientación
Norte-Sur de los pabellones permitía el máximo aprovechamiento de la
radiación solar. Y, por otro lado, el hospital producía electricidad
para su propio consumo.-
crc
http://www.agenciaincat.la/?p=6002
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