La localidad de Alpedrete es identificada por ONG especializadas como un centro muy activo de grupos neonazis, que "se mueven a sus anchas" por el municipio.
Este fin de semana hubo dos detenciones y 300 identificaciones en un concierto neonazi en San Sebastián de los Reyes.
La Guardia Civil y la Policía calculan que hay unos 1.000 miembros de grupos neonazis activos en la Comunidad.
"¡Díselo! Diles quiénes son los que vienen a pegarnos
por las noches, diles que este pueblo está lleno de fachas". Dos
adolescentes de Alpedrete, en la sierra norte de Madrid, se lo espetan a
un concejal que responde a preguntas de la prensa. Las paredes del
municipio, rubricadas con esvásticas, refuerzan el contenido de su
queja. "Alpedrete resiste, seguimos vivos", rezan las pintadas.
Pegatinas con eslóganes fascistas salpican señales y mobiliario urbano.
Muchos en el pueblo se sienten presa de unos pocos. Sobre el
sentimiento de persecución se impone el del abandono del Ayuntamiento,
para el que los grupos neonazis en la localidad son, al parecer,
inexistentes.
"Hay un movimiento de extrema derecha
organizado, hasta el punto de que Alpedrete puede parecer la capital
neonazi de Madrid. Es un paradigma, en un pueblo aún afectado por el
caciquismo de años pasados, donde el poder político sí genera cierto
caldo de cultivo", señala Javier García Centeno, concejal de IU en la
localidad.
Por encima del sentimiento de
persecución y amenaza, se impone el del desamparo a causa de unas
instituciones que no reconocen el problema. Son alrededor de 40 jóvenes,
todos de la localidad y muchos de ellos menores. Su bastión, una de
las dos antiguas canteras del municipio. Su altavoz, el blog Orgullo
Cantero. Entre los últimos post, un mensaje a un antiguo concejal:
"Algún día acabará con un cuchillo en el gaznate y sangrando como el
guarro que es". Otro dato. Alpedrete fue el único municipio de la zona
donde hubo candidatura de Alianza Nacional, cuya ilegalización estudia
la Fiscalía del Tribunal Supremo tras el ataque a Blanquerna en Madrid
en la última Diada. En Alpedrete obtuvieron 122 votos, insuficientes
para alcanzar representación.
El mercadillo celebrado el 28 de septiembre en un colegio público de Quijorna donde se ofrecía parafernalia neonazi ha abierto el debate sobre la tolerancia de las corporaciones locales
ante este tipo de episodios. "España gana la útima Eurocopa. En
Alpedrete sale un grupo de extrema derecha a celebrarlo a la plaza de la
Constitución con megafonía. La propia alcaldesa sale y baila con
ellos, salta con euforia, a los sones de un himno nacional con una
letra que no existe. Ellos saben que existe una tolerancia clara",
relata García Centeno.
"Aquí no pasa nada"
La regidora, Marisol Casado, del PP, no reconoce que en el pueblo exista
ningún grupo organizado y se remite a que los informes de la Guardia
Civil y la Policía Local no revelan conflicto alguno.
"Los hechos son que ante cualquier acto convocado por los colectivos
ciudadanos de izquierda existe un boicoteo, las paredes se cubren de
pegatinas, y no pasa nada. Si un grupo ecologista coloca un cartel se
le impone una multa. Hay una doble vara de medir", explica García
Centeno. "A dos miembros del 15M de Alpedrete se les ha multado con 700
euros por colocar carteles, y con esta gente no ha pasado nada",
comenta un vecino que prefiere mantenerse en el anonimato.
"En el último acto de homenaje el pasado julio a Guillermo Elvira,
fundador de la Juventud Socialista Unida, se presentó un grupo numeroso
a boicotearlo. Llamamos a la Guardia Civil, que inexplicablemente les
permitió la entrada porque aquello era un acto público, hasta que los
tuvo que echar cuando empezaron a montar jaleo. Eso es poder, eso es
impunidad. Y si se pide al equipo de Gobierno que condene la violencia,
lo hace pero con el latiguillo de 'venga de donde venga', equiparando
innecesariamente, porque en Alpedrete solo llega de un lado", señala
Centeno.
Imagen del Twitter del grupo neonazi de Alpedrete Orgullo Cantero. |
Durante 2012, el MCI recogió 46 episodios de xenofobia y neofascismo en
la región. "Enganchan bien entre parados y no estudiantes, receptivos
ante el discurso de un futuro vacío, en el que lo poco que hay se lo
llevan los políticos y los inmigrantes, que revientan nuestra tradición
cultural. Son captados en ambientes radicales, como los fondos ultras
en los estadios de fútbol. Los adoctrinan por internet y los fanatizan
en los conciertos, donde se repiten las consignas de odio con el
consentimiento de los poderes públicos", explica Ibarra. Un total de 26
conciertos fueron celebrados durante el año pasado en España, el año en
el que la música OI! más ha sonado en la última década. El último
concierto estaba planeado para el pasado sábado, justo después de la
manifestación convocada por el Movimiento Social Revolucionario y Acción
Nacional Revolucionaria, en el Templo de Debod de Madrid bajo el lema
"Por la república social española".
La Policía
Nacional desplegó un amplio operativo en San Sebastián de los Reyes,
donde se ubicaba también la sede del grupo neonazi Blood&Honour,
ilegalizado en 2010. La Policía identificó a un total de 307 asistentes
al concierto, más del doble del aforo permitido en el local, de 140
personas, que además tampoco contaba con licencia para organizar
conciertos, según la Policía. Entre el público que esperaba la actuación
de cuatro grupos, los agentes encontraron a menores de edad, algunos
de solo 13 años, dispuestos a escuchar letras como esta de Estirpe
Imperial, el grupo español en cartel: "Eh, negro, vuelve a la selva,
Europa es blanca y no es tu tierra. Los jovenes blancos, orgullosos
skins, tarde o temprano os sacaremos de aquí". Durante la intervención
policial en el concierto, dos asistentes fueron detenidos por atentar
contra uno de los agentes.
Tolerancia y crisis, una combinación peligrosa
Ibarra percibe que hay "una ausencia de acción" por parte de
determinadas administraciones. "Sobre todo desde el punto de vista de
las víctimas, hay un daño generado socialmente por omisión", resume
Ibarra con una pirueta del lenguaje. "En materia de violencia hay
continuidad, pero el activismo es netamente superior. Los conciertos,
las páginas webs y su permanencia hacen que los chavales vean una
normalización hacia el fascismo, con una libertad de expresión que lo
aguanta todo", señala Ibarra.
Para el profesor de
Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Carlos
Monedero, "el fascismo es hoy en día problemático como tendencia".
Monedero, autor de La transición contada a nuestros padres,
coincide con Ibarra en que existe cierta permisividad hacia el
fascismo. "En España, la doble vara de medir de los cuerpos de
seguridad, que se comportan como cuerpos de 'orden público'; la
tolerancia de comportamientos o simbología fascista dentro de la
Policía, muy conocida en los antidisturbios; la diferencia entre el
trato aplicado a unos estudiantes que protestan por la subida de tasas y
el dispensado a los grupos de falange o fascista; la amabilidad con los
ultras en el fútbol o la vinculación del PP con el franquismo son
elementos preocupantes", precisa. "Nos dice la historia que en tiempos
de crisis, el fascismo crece. Ser tolerantes con el fascismo, como
ocurrió en los años treinta, es darle alas. El capitalismo expulsa a la
marginalidad a millones de personas que no entienden qué han hecho
mal. Si alguien les ayuda a encontrar un culpable, van a estar
agradecidos. Por eso, cualquier mínimo gesto de amabilidad con el
fascismo –y el franquismo es el fascismo español– debiera ser un delito", opina Monedero.
La ecuación, sin embargo, no reúne los elementos suficientes para que
partidos del corte del griego Amanecer Dorado alcancen las
instituciones. "La cuestión del extremismo en España es marginal",
señala el profesor de la Universidad Autónoma Ángel Rivero.
Amenazas a un concejal en el Twitter de Orgullo Cantero. |
Para Monedero, la actitud de los partidos políticos hacia los
movimientos sociales contribuye no obstante a derribar las barreras que
contienen el avance de la extrema derecha. "En Grecia, la extrema
derecha crece por la crisis económica, algo propio de cualquier crisis
del capitalismo. En España, el 15M frenó esa deriva. Sin embargo, crece
porque el PP la alienta y la tolera. Fue el portavoz del PP, Rafael
Hernando, quien dijo que la bandera republicana, la bandera de una
democracia, era igual que la bandera franquista, la bandera de una
dictadura. Y el PSOE también tiene culpa. Fue Bono quien puso a desfilar
el 12 de octubre de 2004 a un miembro de la división azul que fue a
ayudar a Hitler, junto a un soldado republicano de los que liberaron
París en la columna de Lecrec al final de la guerra mundial".
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