Moscú lamenta la cancelación de una reunión bilateral con Washington para discutir la crisis
Luis Doncel /
Agencias
Bruselas
27 AGO 2013 - 18:03 CET
EE UU ha marcado el camino y Europa sigue la ruta que conduce
inexorablemente a una intervención militar en Siria. Un día después de
que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, asegurara que todo apunta a que el régimen de Bachar el Asad cometió “la atrocidad” de usar armas químicas,
Francia y Reino Unido han dado muestras inequívocas de apoyar los
planes americanos. “Francia está preparada para castigar a quienes
tomaron la decisión infame de gasear inocentes”, acaba de decir el
presidente francés, François Hollande, en una intervención ante los
embajadores en París. Horas antes, el Parlamento británico había
adelantado al próximo jueves la sesión parlamentaria que deberá dar el
visto bueno al castigo a Siria.
Los dos países europeos que tienen un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU son los que llevan la voz cantante en el Continente. Hollande, que ha recordado la “obligación de proteger a los civiles” ha anunciado como primera medida intensificar la ayuda a los opositores a El Asad. Pero las decisiones pueden ir más allá.
En Londres el calendario se llena de fechas que parecen decisivas. El miércoles se reunirá el Consejo de Seguridad Nacional, órgano en el que están presentes el primer ministro, David Cameron, el viceprimer ministro, Nick Clegg, los ministros de Defensa, Exteriores, Interior y Hacienda, otros altos cargos y altos mandos militares y de las agencias de información. Todos ellos deberán tomar una decisión que será discutida al día siguiente en el Parlamento.
Video de David Cameron : http://elpais.com/internacional/2013/08/27/actualidad/1377590448_250931.html
Mientras Francia y Reino Unido se preparan para la guerra, el resto de socios europeos se ponen de perfil. Algunos apoyan sin grandes alharacas; y otros recelan de una decisión que no cuenta con el respaldo de la ONU, pero también sin aspavientos. En el primer grupo está Alemania. “Si se confirma el uso de armas químicas, la comunidad internacional debería actuar”, ha asegurado el ministro alemán de Exteriores, el liberal Guido Westerwelle. En el grupo de los reticentes se encuentra Grecia, que muestra ciertas dudas. Fuentes del Ministerio de Exteriores heleno citadas por la agencia Efe aseguran que Atenas apuesta por la vía diplomática y política antes de emprender una acción bélica.
Entre tantas declaraciones, la OTAN se mantiene callada. Mañana miércoles se reunirán los embajadores ante el organismo militar en un encuentro que ya estaba planeado, pero en el que será difícil no abordar la crisis siria. Fuentes de la OTAN reconocen la preocupación que cunde entre todos los aliados por el uso “cada vez más evidente” de armas químicas por parte del autócrata árabe la semana pasada. “Algo completamente inaceptable y que vulnera la ley internacional”, asegura un portavoz del organismo, que no niega que las consultas entre los aliados y la OTAN sobre la situación en Siria son constantes.
Un cierto mutismo también embarga a la jefa de la diplomacia europea. En un ambiente en el que cada minuto que pasa se hace más factible la opción militar, el portavoz de la Alta Representante para la Política Exterior Europea, Catherine Ashton, se ha limitado a señalar que condena el ataque del lunes contra los investigadores de la ONU que estaban en territorio sirio para reunir pruebas sobre el uso de armas químicas la semana pasada a las afueras de Damasco. “La responsabilidad principal de su seguridad la tiene el Gobierno sirio”, ha señalado el portavoz de Ashton.
El Gobierno de Rusia, el mayor valedor de Siria y de su presidente, Bachar el Asad, frente a la comunidad internacional, ha reaccionado a las declaraciones del secretario de Estado de EE UU, John Kerry, que el lunes dio por hecho que el pasado miércoles el régimen de El Asad atacó varios suburbios de Damasco con armas químicas. Según un comunicado hecho público por el ministerio ruso de Exteriores, una intervención militar en Siria - opción barajada por el Gobierno de Barack Obama - sería "catastrófica" para los países de Oriente Medio y el norte de África, por lo que pidió "prudencia" a la comunidad internacional.
"El intento de obviar al Consejo de Seguridad de la ONU y crear una vez más excusas artificiales e infundadas para intervenir militarmente en la región creará más sufrimiento en Siria y tendrá consecuencias catastróficas para los demás países de Oriente Medio y el norte de África", afirmaba el comunicado del ministerio encabezado por Serguéi Lávrov.
Moscú también ha lamentado la cancelación por parte del Gobierno de Washington de una reunión bilateral entre ambos países que debía celebrarse en la ciudad holandesa de La Haya esta semana. El objetivo del encuentro era poner las bases para una nueva conferencia internacional para discutir la situación en Siria. "Esta decisión da una señal a la oposición [al régimen de El Asad] animándola a ser intransigente en previsión de una potente intervención extranjera".
El ministro Lávrov ya había afirmado el lunes que una acción militar en el país árabe sería "catastrófica" y vulneraría el derecho internacional, pero también dejó claro que "Rusia no piensa entrar en guerra con nadie", dejando claro que su país no respondería militarmente ante una intervención.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/27/actualidad/1377590448_250931.html
Los dos países europeos que tienen un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU son los que llevan la voz cantante en el Continente. Hollande, que ha recordado la “obligación de proteger a los civiles” ha anunciado como primera medida intensificar la ayuda a los opositores a El Asad. Pero las decisiones pueden ir más allá.
En Londres el calendario se llena de fechas que parecen decisivas. El miércoles se reunirá el Consejo de Seguridad Nacional, órgano en el que están presentes el primer ministro, David Cameron, el viceprimer ministro, Nick Clegg, los ministros de Defensa, Exteriores, Interior y Hacienda, otros altos cargos y altos mandos militares y de las agencias de información. Todos ellos deberán tomar una decisión que será discutida al día siguiente en el Parlamento.
Video de David Cameron : http://elpais.com/internacional/2013/08/27/actualidad/1377590448_250931.html
Mientras Francia y Reino Unido se preparan para la guerra, el resto de socios europeos se ponen de perfil. Algunos apoyan sin grandes alharacas; y otros recelan de una decisión que no cuenta con el respaldo de la ONU, pero también sin aspavientos. En el primer grupo está Alemania. “Si se confirma el uso de armas químicas, la comunidad internacional debería actuar”, ha asegurado el ministro alemán de Exteriores, el liberal Guido Westerwelle. En el grupo de los reticentes se encuentra Grecia, que muestra ciertas dudas. Fuentes del Ministerio de Exteriores heleno citadas por la agencia Efe aseguran que Atenas apuesta por la vía diplomática y política antes de emprender una acción bélica.
Entre tantas declaraciones, la OTAN se mantiene callada. Mañana miércoles se reunirán los embajadores ante el organismo militar en un encuentro que ya estaba planeado, pero en el que será difícil no abordar la crisis siria. Fuentes de la OTAN reconocen la preocupación que cunde entre todos los aliados por el uso “cada vez más evidente” de armas químicas por parte del autócrata árabe la semana pasada. “Algo completamente inaceptable y que vulnera la ley internacional”, asegura un portavoz del organismo, que no niega que las consultas entre los aliados y la OTAN sobre la situación en Siria son constantes.
Un cierto mutismo también embarga a la jefa de la diplomacia europea. En un ambiente en el que cada minuto que pasa se hace más factible la opción militar, el portavoz de la Alta Representante para la Política Exterior Europea, Catherine Ashton, se ha limitado a señalar que condena el ataque del lunes contra los investigadores de la ONU que estaban en territorio sirio para reunir pruebas sobre el uso de armas químicas la semana pasada a las afueras de Damasco. “La responsabilidad principal de su seguridad la tiene el Gobierno sirio”, ha señalado el portavoz de Ashton.
El Gobierno de Rusia, el mayor valedor de Siria y de su presidente, Bachar el Asad, frente a la comunidad internacional, ha reaccionado a las declaraciones del secretario de Estado de EE UU, John Kerry, que el lunes dio por hecho que el pasado miércoles el régimen de El Asad atacó varios suburbios de Damasco con armas químicas. Según un comunicado hecho público por el ministerio ruso de Exteriores, una intervención militar en Siria - opción barajada por el Gobierno de Barack Obama - sería "catastrófica" para los países de Oriente Medio y el norte de África, por lo que pidió "prudencia" a la comunidad internacional.
"El intento de obviar al Consejo de Seguridad de la ONU y crear una vez más excusas artificiales e infundadas para intervenir militarmente en la región creará más sufrimiento en Siria y tendrá consecuencias catastróficas para los demás países de Oriente Medio y el norte de África", afirmaba el comunicado del ministerio encabezado por Serguéi Lávrov.
Moscú también ha lamentado la cancelación por parte del Gobierno de Washington de una reunión bilateral entre ambos países que debía celebrarse en la ciudad holandesa de La Haya esta semana. El objetivo del encuentro era poner las bases para una nueva conferencia internacional para discutir la situación en Siria. "Esta decisión da una señal a la oposición [al régimen de El Asad] animándola a ser intransigente en previsión de una potente intervención extranjera".
El ministro Lávrov ya había afirmado el lunes que una acción militar en el país árabe sería "catastrófica" y vulneraría el derecho internacional, pero también dejó claro que "Rusia no piensa entrar en guerra con nadie", dejando claro que su país no respondería militarmente ante una intervención.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/27/actualidad/1377590448_250931.html
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