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Messi y Valdés se abrazan ante la presencia de Bojan / FOTO: PEP MORATA - MD |
Partido irregular del
Barça en el estreno de la
Champions League en el
Camp Nou. El conjunto blaugrana ha vuelto a reproducir la línea que le ha caracterizado en lo que llevamos de
Liga,
donde no acaba de ofrecer la brillantez del juego que últimamente le
caracterizaba, pero donde firma sus compromisos con victorias. Puede que
los instrumentos del
Barça no estén del todo afinados, pero cuenta en sus filas con el mejor jugador del mundo,
Leo Messi, quien esta noche ha vuelto a tirar del equipo, y con un
Víctor Valdés que pasa por un excelente momento de forma.
Maestro y alumno frente a frente
Sobre la moqueta del
Camp Nou, maestro y alumno frente a frente,
Ajax y Barça. Dos equipos que miman el balón con sumo cariño, y cuya propuesta ha quedado bien manifiesta desde el primer minuto.
Los hombres de
Gerardo Tata Martino salían entonados al terreno de juego, y prueba de ello era el primer disparo de
Neymar en
el minuto 2. El brasileño ha sido de lo mejor en el primer tiempo, el
jugador que mejor leía un choque que a medida que pasaban los minutos se
iba espesando. De sus botas nacían algunas de las jugadas más
interesantes, ante un rival del que se sabía su inocencia, su
fragilidad, la que ha intentado forzar el Barça en todo momento.
El
Ajax, como el Barça, gusta de salir tocando, jugando con su portero
cuando sea necesario, pero sus jugadores son jóvenes y les falta la
decisión propia que se adquiere con la madurez. Prueba de ello ha sido
la falta tonta de
Duarte a
Messi en la frontal. Del todo innecesaria ha gestado el primer gol blaugrana. Un
auténtico golazo de Leo de falta directa. Imparable.
Pese
al gol, el partido no tenía un dominador claro. La posesión era
blaugrana, pero no en exceso, y el Ajax no se encontraba demasiado
incómodo, llegando con cierta facilidad a los dominios de
Valdés, quien en dos acciones se mostraba decisivo y seguro, blocando el disparo mordido de
Duarte y parando el cabezazo de
Van Rhjin dentro del área.
Podía haber subido el 2 a 0 el propio
Messi al filo del descanso, pero optó por decidir él, cuando tenía a
Alexis y
Neymar desmarcados, y su disparo lo atajaba sin problemas
Vermeer.
Ciclón blaugrana en el segundo tiempo