Cifuentes, Echevarría, González y Botella encantados de estar ahí |
La semana que finaliza hubiera hecho las delicias 515 años
después a Juan de Torquemada, fraile
dominico que ha pasado a la historia, entre otras cosas, por ser el padre
espiritual de la Inquisición.
A lo largo de estos siglos sus herederos han evolucionado y
cuando no les ha quedado más remedio se han ido adaptando a las circunstancias,
incluso si el guión así lo establecía, han pasado por lar urnas en las pocas
ocasiones que han sido abiertas.
Los clónicos de Juan de
Torquemada, como los camaleones, se confunden con el paisaje y se apropian
de las palabras hasta confundir al personal. Y esto es lo que ni más ni menos,
ha sucedido estos últimos días en la Comunidad de Madrid. Vayamos al grano con
4 ejemplos que han sido noticia:
Ignacio González. Presidente del Gobierno regional de
Madrid y Secretario General del PP en esa Comunidad. De entrada para los más
despistados recordarles que al igual que Ana
Botella, la actual alcaldesa de Madrid, es un Presidente designado a dedo
que los electores no han podido votarle ni botarle. Por tanto, su legitimidad
para ejercer le viene dada de un capricho caprichoso de su amada ama, la Sra.
Condesa Aguirre. Pues bien hecha estas consideraciones, en su afán de hacerse
hueco dentro del sector más talibán de los clanes genoveses, no se le ha
ocurrido nada mejor que cuestionar la publicación de unas reveladoras fotografías de su compañero Feijóo con un conocido narcotraficante. Para González hay que poner limites a
la libertad de expresión no sea que nos desmandemos y acabemos pensando que
hace un tipo tan cutre como el en un gobierno como el de Madrid.
Cristina Cifuentes. Delegada del Gobierno en la CAM,
tertuliana en cadenas casposas y Presidenta del Comité de Derechos y Garantías
del PP. Su inevitable tendencia a ser la novia en la boda, la niña en el
bautizo y la muerta en el entierro hacen que esta ultra genovesa, un día sí y
otro también, eleve el tono y estrene un traje a la medida y confeccionado por
su antepasado Juan de Torquemada. Lo lleva en el ADN y en su formación militar
heredara de sus progenitores. A la minima se pone sus correajes exclusivos de
Loewe y se lanza a la caza y captura del discrepante. Esta semana su colectivo de referencia han sido todos aquellos que a través de la red la “ difaman “. Dice que va en serio y
amenaza con querellas industriales. Esta vez no es un bulo como diría su asesor
de comunicación y polifacético Nacho Escolar. Veremos. Mientras que sus amenazas se
concretan en los tribunales, mata su tiempo llamando proetarras a los que ha
optado por salir a la calle a protestar por la política de desahucios que
favorece su gobierno.
Eva Durán Cuesta. Diputada al Congreso y concejal del
Ayuntamiento de Madrid. Esta genovesa es de entrada una auténtica desconocida
en el amplio sentido del termino y en particular entre los electores de la
Carrera de San Jerónimo y de la Plaza de la Cibeles. Para situarnos, en un
gesto que dice todo de ella y su concepto de la cosa pública, “solo cobra “
como concejala y no como diputada. Como no podía ser de otra manera, su apuesta
tiene trampa. Opta por cobrar como concejala porque de este modo ingresa en su
C/C 30 mil € más que como diputada. Desparpajo no le falta. Eso si, dado que nocobra como diputada, ha optado por no pegar ni palo. Su actividad roza el
absentismo laboral. Pero
dicho esto, la pluriempleada genovesa se ha hecho hueco esta semana
entre los imitadores de Torquemada por llamar nazis a todos aquellos
ciudadanos que han optado por protestar ante los domicilios de los
diputados para hacerles saber su indignación por los desahuciados. La concejal y diputada, con dos pisos
a su nombre en el Registro de la Propiedad no entiende nada y en consecuencia
no le ocurre nada mejor que comparar a los judíos asesinados por los nazis
genuinos con manifestarse , por ejemplo, ante el chalet de la repipi Vicepresidenta del Gobierno. La comparación es tan desafortunada que aunque se descalifica por
si sola, merecería que sus colegas la pidieran que dimitiera de todo, todito, todo.
José Ignacio Echevarría. Presidente de la Asamblea de Madrid.
Desde 1983 ocupa cargos públicos como concejal, senador, diputado autonómico y
consejero de la Condesa Aguirre. Tras su dilatada trayectoria, siempre
retribuida, se esconde otro genovés desconocido para el gran publico, incluido
sus propios electores. Para los más despistados recordarles que tuvo su minuto
de estupidez genovesa ciando siendo consejero de Transportes de la Comunidad de
Madrid, sostuvo sin inmutarse que el Metrobus -bono de diez viajes- no existía.
Pero desde que la Condesa tuvo a bien subirle varios metros por encima del
resto de los diputados de la Asamblea de Madrid sus ocurrencias y su
agresividad van en aumento. Y esta semana, contagiado por un ambiente propicio,
se ha puesto también el traje estrecho de Torquemada del Siglo XXI y ha optado
por
impedir que la Oposición pueda interesarse por las vicisitudes,
judiciales incluidas, que pululan en torno al ático chollo que dicen
que dice se ha comprado el trilero de Ignacio González en Marbella y
alrededores.
http://genoveses.blogspot.com.es/2013/04/los-torquemada-nunca-se-fueron.html
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