Botella facilita la reinserción del delincuente Carromero y le mantiene su puesto de asesor a dedo en el Ayuntamiento

Ana Botella, alcaldesa accidental de Madrid, no ha querido dejar sola a Esperanza Aguirre, presidenta regional del PP, en la dura tarea de consolar a Ángel Carromero, preso en la cárcel de Segovia por provocar en Cuba el accidente en que murieron dos personas. Para facilitar la reinserción social del preso, el Consistorio ha anunciado que su plaza de asesor a dedo le está esperando para cuando salga de prisión.

 De esta forma, la corporación quiere mostrar su clara solidaridad con el vicesecretario de Nuevas Generaciones del PP y allanar aún más el camino de rosas que conduce a su fulgurante paso al tercer grado penitenciario, que recibirá próximamente, con la única contraprestación de llevar en su muñeca una pulserita localizadora.
Presumiblemente, con los colores nacionales, para que haga juego con las habituales en destacados dirigentes de la derecha.

Y es que así queda claro que Carromero no tendrá necesidad de delinquir al salir de la cárcel, como tanto desgraciado y tanto ex presidiario que, al abandonar el maco sin posibilidades de ganarse la vida honradamente, reinciden en el crimen. Afortunadamente, Carromero cuenta con un puesto de trabajo muy bien remunerado en el Ayuntamiento de Madrid, como ‘consejero técnico’  en la Junta Municipal de Moratalaz. Y también, afortunadamente, para desempeñar tal loable misión no es preciso que Carromero conducta vehículos de ningún tipo, algo o que, aunque le pese a Esperanza Aguirre, tiene prohibido en una democracia consolidada como la española.
No obstante, el rápido sobreseimiento del expediente disciplinario y suspensión cautelar de sus funciones, medidas que se habían tomado cautelarmente al conocerse el encarcelamiento de Carromero, no han sido las únicas alegrías que ha tenido el preso en la cárcel de Segovia.
Más visitas al penal
La romería de dirigentes del PP que procesionan hasta la ciudad del acueducto para rendir su más sentida admiración por este protomártir de la propagación de la buena nueva (y los mejores dineros) liberal en Cuba, se ha visto hoy lustrada por la presencia del diputado y portavoz adjunto del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Pablo Casado.
Casado, ni corto ni perezoso, se ha apuntado a las insinuaciones propaladas por la familia del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá, asegurando que el PP bloquó iniciativas de investigación del accidente de tráfico provocado por Carromero a cambio de que el dirigente derechista saliese a toda velocidad de la isla.
Así, dejando en entredicho la labor del ministerio de Asuntos Exteriores  del PP, ha mostrado su apoyo a “todo” lo que reclame la familia del disidente.
   "Sinceramente, no sé si es el Gobierno o la propia víctima quien debe solicitar la investigación", ha declarado el diputado Casado, "pero desde luego apoyaré todo lo que reclame la familia de Oswaldo Payá, porque yo conocí a Oswaldo y me parece un auténtico héroe". "Su viuda e hijos tienen todo mi cariño y apoyo".
Lógicamente, Pablo Casado ha declarado que ha encontrado a Carromero “traumatizado” por su experiencia cubana. Pero no se refería al accidente que se saldó con la pérdida de dos vidas humanas. Se refería a su innegablemente mala experiencia en las cárceles cubanas.
"Le he preguntado poco y le he animado mucho, no he querido entrar en detalles y no he querido hacerle recordar", ha confesado Casado, que confía en que Carromero obtenga el tercer grado en unos días."Cumple todos los requisitos para obtener el tercer grado para presos extraditados", ha asegurado el diputado del PP.



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