El Barça superó a Osasuna con una goleada en la que Messi fue el gran protagonista con cuatro tantos y Xavi, el director
Jordi Roura administró fuerzas pensando en el clásico copero del Bernabéu, dando descanso a varios titulares
Villa salió de titular y formó una pequeña gran sociedad con Leo, mientras que Alves mantuvo su progresión en ataque
Abrazo entre Messi, Xavi y Puyol
/ FOTO: Pere Punt’ - MD
Francesc Aguilar
27/01/2013 20:52
El Barça mantuvo la presión cara al clásico copero del Bernabéu con una ‘manita’ a Osasuna en la que Leo Messi sumó cuatro goles más a su increíble temporada. Si por la mañana Cristiano Ronaldo hizo un ‘hat trick’ frente a Getafe, Lionel sumó su cuarto ‘poker’ con el Barça, sin olvidar el 'repoker' que firmó frente al Bayer Leverkusen en Champions. Ya lleva 33 goles en Liga y estamos todavía en enero. El cuadro barcelonista, entrenado de nuevo por Jordi Roura a la espera del regreso de Tito Vilanova, liquidó el compromiso ante los navarros con cierta facilidad, sin duda, ayudados por el hecho de que Osasuna se quedó con uno menos a la media hora de partido por expulsión de Arribas (2TA).
El Camp Nou expresó libremente su opinión en el ‘caso Valdés’ y confirmó que no necesita que nadie les diga lo que deben hacer. Hubo aplausos para el portero, que éste agradeció, pero todo dentro de una gran normalidad. Igual sucedió con Alexis, que siguió obsesionado con el gol, pero que no logró convertir las dos ocasiones de las que dispuso. Le queda ahora el Madrid, si juega, un equipo ante el que se le dan mejor las cosas.
Resuelto en 30’
El Barça liquidó el partido ante Osasuna en media hora. El tiempo que necesitó para lograr el 2-1 en una jugada que fue definitiva porque Leo Messi marcó de penalti y Arribas fue expulsado por doble amarilla. Si hasta entonces los rojillos habían tenido problemas, con 11 hombres, para frenar al Barça, a partir de ahí ya poco pudieron hacer.
Los navarros, que no encajaban dos goles desde octubre pasado (en el Manzanares ante el Atlético 3-1) vieron como Andrés era batido en dos ocasiones, para irse al descanso con otro gol más en el zurrón. Osasuna sólo había encajado en la Liga hasta este domingo, 21 goles en contra. Claro que también sólo había sido capaz de marcar 16.
Jordi Roura por aquello de las rotaciones, pero también teniendo presente el clásico copero del miércoles que viene en el Bernabéu, dejó fuera del equipo titular, de salida, a Cesc Fàbregas, Jordi Alba y a Andrés Iniesta. Sin olvidar que Gerard Piqué era baja por sanción. Lo cierto es que fueron bien suplidos por Thiago, Adriano y Villa.
El cuadro entrenado por Mendilibar, salió valiente, presionando arriba, pero de una forma extraña. Ese primer ‘pressing’ no seguí luego en la zona ancha en que Busquets, Xavi y Thiago tenían facilidad para evolucionar a sus anchas. Los cerebros del Barça enlazaban sin mayores problemas con un Leo Messi al que se le veía con muchas ganas. Tampoco reforzaban las banas y Alves y Adriano llegaban libres. Sobre todo un Alves que vuelve a estar centrado y cuenta hasta diez antes de asistir muy bien a sus atacantes.
Recital de Xavi
El marcador no tardó en abrirse. No fue en un jugadón de Thiago que Andrés salvó con los dedos (3’), tras recibir Alcántara un pase largo de Puyol, que hubiera firmado el propio Xavi. Fue en otra jugada extraordinaria del Barça, protagonizada por el crack de Terrassa. Andrés despejó mal y Xavi controló el esférico. Le hizo un ‘túnel’ a Arribas (no tuvo su noche). Acto seguido le dio un pase de oro a Messi que Leo aprovechó para batir a Osasuna. Le hizo una finta a Andrés con la vista, le regateó. Gol de genio, pase de genio. Era el 1-0, el gol número 30 de Messi en lo que va de campeonato, que le sirve para pillar al gran Romário.
Osasuna reaccionó y en una saque de banda, el balón llegó a los pies de Raoul Loé que soltó un trallazo desde fuera del área, batiendo a Víctor Valdés, que no llegó al balón a pesar de su estirada.
Pero quienes creyeron que había partido, se equivocaron. Cinco minutos después, Arribas no llegó a despejar con la cabeza un tiro de Adriano, el balón le fue al brazo y Teixeira Vitienes ‘mató’ el partido, expulsando reglamentariamente al defensa osasunista. Messi no falló desde los 11 metros y transformó el penalti con un tiro fuerte. Era el tanto 31 de Leo. Fruto de esa jugada, el colegiado expulsó desde lejos al técnico osasunista José Luis Mendilibar por indicación, se supone, del cuarto árbitro.
El Barça no dejó pasar la ocasión y fue a decidir el partido para ahorrar fuerzas cara al clásico copero. Fue Pedro el encargado de meter el 3-1. Justo antes, Messi casi lo logra en excelente cabezazo que se estrelló en la base de poste de la portería de Andrés. Leo cabeceó un excelente centro de Alves, el mismo que le pasó el balón (desde una posición de fuera de juego) a Pedro para que marcara.
‘Sociedad’ Villa-Messi
Osasuna salió diferente tras el descanso. Mendilibar dio entrada a Masur y Puñal por De las Cuevas y Cejudo. Ya pareció claro que su único interés de los navarros era no recibir una goleada de escándalo, como le ha sucedido en los últimos años en que visita al Camp Nou.
El 4-1 llegó fruto de una nueva ‘sociedad’ formada por David Villa, en plan ‘pasador’, y Leo Messi que convierte en gol las asistencias. El 4-1 fue tras una ‘pared’ entre el Guaje y Leo. Messi batió a un desesperado Andrés que ya no opuso ni resistencia. El 5-1 fue casi calcado. Adriano le dio un pase a Villa y el asturiano se la cedió a Messi desde la izquierda, para que Messi sumara su cuarto gol (uno más que por la mañana CR7 ante el Getafe). El ‘extraterrestre’ argentino logró un ‘poker’ de goles casi sin esforzarse, con un mínimo esfuerzo físico, reservando fuerzas para el Bernabéu y para una de sus víctimas predilectas, el Real Madrid. Es la cuarta ocasión en la que Lionel Messi firma un ‘poker’, que logra cuatro goles en un partido para el Barça. Ya suma 33 en lo que va de Liga y lo que queda por delante. Es increíble.
Roura dio entrada a Alexis por Pedro, a Song por Busquets y a Cesc por Xavi. Había que reservar fuerzas para el Bernabéu. El Guaje demostró su saber estar, con una adaptación difícil para un goleador como él. Aún así buscó el gol en un fuerte remate (76’) tras una excelente ‘pared’ con Adriano en la que dejó pasar el balón por debajo de sus piernas.
También Alexis, que entró por Pedro, pudo lograr ese gol que tanto le obsesiona, pero su remate fue fuera, tras un buen control de espaldas. Más tarde, aún tuvo una ocasión más clara. Tampoco acertó. El chileno sigue negado cara al marco contrario.
El Barça mantuvo el control del partido, buscó aumentar el marcador, pero tampoco pareció querer hacer sangre ante un Osasuna que se vio claramente superado por el vendaval goleador del Barça. Una cosa que se está convirtiendo casi en una tradición en las últimas temporadas. Villa tuvo el gol en el último minuto pero Andrés conjuró el fuerte remate en su segunda buena parada del partido.
El Camp Nou expresó libremente su opinión en el ‘caso Valdés’ y confirmó que no necesita que nadie les diga lo que deben hacer. Hubo aplausos para el portero, que éste agradeció, pero todo dentro de una gran normalidad. Igual sucedió con Alexis, que siguió obsesionado con el gol, pero que no logró convertir las dos ocasiones de las que dispuso. Le queda ahora el Madrid, si juega, un equipo ante el que se le dan mejor las cosas.
Resuelto en 30’
El Barça liquidó el partido ante Osasuna en media hora. El tiempo que necesitó para lograr el 2-1 en una jugada que fue definitiva porque Leo Messi marcó de penalti y Arribas fue expulsado por doble amarilla. Si hasta entonces los rojillos habían tenido problemas, con 11 hombres, para frenar al Barça, a partir de ahí ya poco pudieron hacer.
Los navarros, que no encajaban dos goles desde octubre pasado (en el Manzanares ante el Atlético 3-1) vieron como Andrés era batido en dos ocasiones, para irse al descanso con otro gol más en el zurrón. Osasuna sólo había encajado en la Liga hasta este domingo, 21 goles en contra. Claro que también sólo había sido capaz de marcar 16.
Jordi Roura por aquello de las rotaciones, pero también teniendo presente el clásico copero del miércoles que viene en el Bernabéu, dejó fuera del equipo titular, de salida, a Cesc Fàbregas, Jordi Alba y a Andrés Iniesta. Sin olvidar que Gerard Piqué era baja por sanción. Lo cierto es que fueron bien suplidos por Thiago, Adriano y Villa.
El cuadro entrenado por Mendilibar, salió valiente, presionando arriba, pero de una forma extraña. Ese primer ‘pressing’ no seguí luego en la zona ancha en que Busquets, Xavi y Thiago tenían facilidad para evolucionar a sus anchas. Los cerebros del Barça enlazaban sin mayores problemas con un Leo Messi al que se le veía con muchas ganas. Tampoco reforzaban las banas y Alves y Adriano llegaban libres. Sobre todo un Alves que vuelve a estar centrado y cuenta hasta diez antes de asistir muy bien a sus atacantes.
Recital de Xavi
El marcador no tardó en abrirse. No fue en un jugadón de Thiago que Andrés salvó con los dedos (3’), tras recibir Alcántara un pase largo de Puyol, que hubiera firmado el propio Xavi. Fue en otra jugada extraordinaria del Barça, protagonizada por el crack de Terrassa. Andrés despejó mal y Xavi controló el esférico. Le hizo un ‘túnel’ a Arribas (no tuvo su noche). Acto seguido le dio un pase de oro a Messi que Leo aprovechó para batir a Osasuna. Le hizo una finta a Andrés con la vista, le regateó. Gol de genio, pase de genio. Era el 1-0, el gol número 30 de Messi en lo que va de campeonato, que le sirve para pillar al gran Romário.
Osasuna reaccionó y en una saque de banda, el balón llegó a los pies de Raoul Loé que soltó un trallazo desde fuera del área, batiendo a Víctor Valdés, que no llegó al balón a pesar de su estirada.
Pero quienes creyeron que había partido, se equivocaron. Cinco minutos después, Arribas no llegó a despejar con la cabeza un tiro de Adriano, el balón le fue al brazo y Teixeira Vitienes ‘mató’ el partido, expulsando reglamentariamente al defensa osasunista. Messi no falló desde los 11 metros y transformó el penalti con un tiro fuerte. Era el tanto 31 de Leo. Fruto de esa jugada, el colegiado expulsó desde lejos al técnico osasunista José Luis Mendilibar por indicación, se supone, del cuarto árbitro.
El Barça no dejó pasar la ocasión y fue a decidir el partido para ahorrar fuerzas cara al clásico copero. Fue Pedro el encargado de meter el 3-1. Justo antes, Messi casi lo logra en excelente cabezazo que se estrelló en la base de poste de la portería de Andrés. Leo cabeceó un excelente centro de Alves, el mismo que le pasó el balón (desde una posición de fuera de juego) a Pedro para que marcara.
‘Sociedad’ Villa-Messi
Osasuna salió diferente tras el descanso. Mendilibar dio entrada a Masur y Puñal por De las Cuevas y Cejudo. Ya pareció claro que su único interés de los navarros era no recibir una goleada de escándalo, como le ha sucedido en los últimos años en que visita al Camp Nou.
El 4-1 llegó fruto de una nueva ‘sociedad’ formada por David Villa, en plan ‘pasador’, y Leo Messi que convierte en gol las asistencias. El 4-1 fue tras una ‘pared’ entre el Guaje y Leo. Messi batió a un desesperado Andrés que ya no opuso ni resistencia. El 5-1 fue casi calcado. Adriano le dio un pase a Villa y el asturiano se la cedió a Messi desde la izquierda, para que Messi sumara su cuarto gol (uno más que por la mañana CR7 ante el Getafe). El ‘extraterrestre’ argentino logró un ‘poker’ de goles casi sin esforzarse, con un mínimo esfuerzo físico, reservando fuerzas para el Bernabéu y para una de sus víctimas predilectas, el Real Madrid. Es la cuarta ocasión en la que Lionel Messi firma un ‘poker’, que logra cuatro goles en un partido para el Barça. Ya suma 33 en lo que va de Liga y lo que queda por delante. Es increíble.
Roura dio entrada a Alexis por Pedro, a Song por Busquets y a Cesc por Xavi. Había que reservar fuerzas para el Bernabéu. El Guaje demostró su saber estar, con una adaptación difícil para un goleador como él. Aún así buscó el gol en un fuerte remate (76’) tras una excelente ‘pared’ con Adriano en la que dejó pasar el balón por debajo de sus piernas.
También Alexis, que entró por Pedro, pudo lograr ese gol que tanto le obsesiona, pero su remate fue fuera, tras un buen control de espaldas. Más tarde, aún tuvo una ocasión más clara. Tampoco acertó. El chileno sigue negado cara al marco contrario.
El Barça mantuvo el control del partido, buscó aumentar el marcador, pero tampoco pareció querer hacer sangre ante un Osasuna que se vio claramente superado por el vendaval goleador del Barça. Una cosa que se está convirtiendo casi en una tradición en las últimas temporadas. Villa tuvo el gol en el último minuto pero Andrés conjuró el fuerte remate en su segunda buena parada del partido.
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