ET Y LA VERDAD FUTBOLÍSTICA DEL REAL MADRID
Imaginemos un extraterrestre que aterriza en este Planeta Azul hace 10 años siendo un auténtico experto en la práctica y el análisis del Fútbol. Vamos, un “galáctico” de la crítica futbolística, pero de los de verdad. Si el tipo, tras una década viendo fútbol “around the world”, leyera los embustes que plasman en papel impreso, en Internet y en ondas de radio y TV toda esa recua de mamadores del régimen merengue, apuntaría con su dedo iluminado al cielo, empezaría a sollozar mencionando “mi caaaasa”, y mandaría un telegrama telepático a sus allegados suplicando el rescate inmediato. El texto podría versar más o menos así:
Socorro. Stop. Venid a buscarme. Stop. Esto no hay quien lo soporte. Stop. Hay aquí una mafia que ha convertido el blanco en el color más sucio de la Tierra en lo que a Fútbol atañe. Stop. Llevo diez años terrícolas viendo fútbol y aún no he visto ni un solo partido decente del Real Madrid en Champions League contra un equipo grande. Stop. Cuando digo ni uno, es eso, ni uno. Stop. Y la conclusión de esa maraña podrida de periodistas en arriendo es que ese equipo es el mejor del mundo o casi…Stop. Al principio me reía. Stop. Pero tras lo de hoy en Münich puedo entrar en depresión. Stop. !...¡No puedo más!. Stop.
Comprendo a ET. El Madrid ha hecho hoy otro bodrio-partido que hubieran mejorado no menos de 20 equipos en Europa. Pero es que nadie recuerda nada mucho mejor desde hace varios lustros. Es que este equipito vulgar hasta el bostezo no ha ganado jamás en Münich y ha ido ¡nueve veces!. Es que ha jugado ¡27 veces en Alemania y ha perdido 26 y empatado una! Stop. ¡Y dicen que es de lo mejor del mundo!
Y eso que hoy han jugado contra un equipo mermado, porque si Schweinsteiger llega a estar en forma no salen del área en 90 minutos. Porque hay más talento en Ribéry que si existieran tres Cristianos Ronaldos trillizos, y eso que Arbeloa, patético, le ha cosido a puntapiés en los tobillos. Porque un veterano como Lham ha llegado más hasta línea de fondo que CR7, Di María y Ozil juntos. Porque si Mario Gómez no fuera el típico nueve “paquete” le hubieran caído tres o cuatro goles por atentar contra este deporte tras acularse bajo el larguero más de media hora. ¡Y eso que habían empatado de churro!, y que el árbitro les ha perdonado un penalti como una casa de Coentrao a Gómez, y una roja catedralicia a Marcelo, al que su entrenador tiene enfermo de los nervios. No es culpa del brasileño. Simplemente ocurre que a “cagoncete” Mou le entra diarrea ante cada partido importante, y su “terapia preventiva” es sentar en el banquillo a Marcelo cuando tiene una zurda con 5 veces más talento que cualquiera de los dos jamoncitos de Chiquito de Madeira.
Luego llegan los de la baba blanca buscando chivo expiatorio, y ¡bingo!, aparece Coentrao y lo crucifican boca abajo. Intentemos explicarles algún concepto a todos estos mantenidos sin la menor idea de fútbol. A ver majos, analicemos al “equipo teta” que os da de mamar:
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