dissabte, 26 de maig del 2012

El Barça homenajea a Guardiola brindándole la última Copa

El 'Pep Team' arrolló al Athletic en una final mágica

El Barça homenajea a Guardiola brindándole la última Copa

Por la puerta grande, como no podía ser de otra manera. Pep Guardiola se despidió del banquillo del Barça cosechando su 14º título en cuatro años prodigiosos. El técnico azulgrana se marcha logrando su segunda Copa del Rey. Y ante el mismo rival con el que inició su camino triunfal en 2008. Messi y Pedro, autor de dos goles, fueron dos de los héroes de una final que quedó sentenciada en menos de media hora

Ricard López | 25.05.2012 | 22:56h
Guardiola recibió el mejor homenaje en su último partido al frente del Barça: el de sus propios discípulos. El equipo rozó la perfección en una final que fue el fiel reflejo de lo que ha sido la obra del entrenador culé en estos últimos cuatro años. La mejor época, y la más fructífera, de la centenaria historia del club. Con un fútbol mágico, de ensueño, casi celestial, el Barça aplastó literalmente a un Athletic que, en apenas media hora, ya perdía por 0-3.
Un dominio aplastante
Los azulgranas cerraron el círculo triunfal ante el mismo rival, y en la misma competición, en la que empezaron a coleccionar títulos como rosquillas en aquel lejano mayo de 2009. Nada menos que 14. Entre ellos, tres Ligas, dos Champions y dos Mundiales de Clubs. Y dos Copas. La última de ellas, la de este viernes en el Calderón, tras una de las finales más plácidas que se recuerdan en tiempos. El Barça no dio tregua y dominó de principio a fin.
Montoya, otra joya del legado de Pep
Y eso a pesar de que el equipo llegaba a la cita muy mermado por sus bajas defensivas. Sin Alves, Puyol ni Abidal, Guardiola, fiel a su libro de estilo, fue valiente y dio la alternativa a su enésimo canterano, Martín Montoya, como lateral derecho. La apuesta, una vez más, le salió a pedir de boca. Al Barça no lo pudo frenar nada ni nadie. Ni siquiera el mal estado del césped del Calderón, maltrecho pese a haber sido reemplazado tras el concierto de Coldplay el pasado domingo.
Messi avisa... ¡a los 30 segundos!
La salida de los azulgranas fue fulgurante. El equipo llegó fresquísimo a la final. Más que un Athletic que sufrió su segundo varapalo en apenas dos semanas, después de haber sucumbido en la final de la Europa League ante el Atlético. El Barça fue una apisonadora. Y a los 30 segundos Messi dio el primer aviso. Su disparo salió rozando el poste.
Y Pedro marca a los tres minutos
El argentino salió enchufadísimo. Igual que Pedro. La recuperación del canario fue, sin duda, otra de las grandes noticias de la final. Cómo se le ha echado de menos esta temporada por culpa de las malditas lesiones, que le impidieron alcanzar su mejor forma. Estando a tope, es uno de los mejores extremos del mundo. Por lo que lucha, por lo que se entrega, por sus cabalgadas, por sus goles. Suyos fueron dos de los tres de esta final. Y el primero tardó apenas tres minutos en lograrlo. Un remate suyo en el área lo desvió a córner Aurtenetxe. Y tras el saque de esquina, el propio Pedro 'cazó' el balón suelto en el área para introducirlo a la red (0-1, 3').
Leo nunca falla
El Barça jugaba a placer. Mareando a los de Bielsa con su juego al primer toque. El Athletic no veía la forma de desconectar a Busquets, Iniesta y Xavi, sublimes. Al cuarto de hora, Messi obligó a lucirse a Gorka con un trallazo desde el vértice del área. Y en el 20', ya no perdonó. Tras una larga y rapidísima combinación al más puro estilo 'made in Barça', Leo recibió un majestuoso pase en profundidad de Iniesta y, casi sin ángulo, 'fusiló' al meta del Athletic (0-2).
Otra vez Pedrito
El segundo tanto cayó como un jarro de agua fría a los leones. Y el Barça aprovechó su desconcierto para sentenciar antes de la media hora. El 0-3 no se hizo esperar. Pedro encaró y, desde la frontal, conectó un disparo raso y ajustado al poste, imparable para Gorka (25'). El canario, que llegó al primer equipo de la mano del entrenador que confió en él en el filial, puso la guinda a una final que quedó sentenciada mucho antes de lo previsto.
El resto del partido continuó siendo un monólogo del Barça. Pudieron llegar muchos más goles. Messi, de vaselina en el 26', Mascherano desde el centro del campo en el 39', y después Alexis, de cabeza en el 56', y Messi, tras un jugadón 'maradoniano' desde el centro del campo (70'), lo buscaron sin éxito. Tampoco lo tuvo el Athletic en sus contados intentos. En el 27', Llorente reclamó penalti por un posible agarrón de Piqué en el área. En el 44', Pinto se lució desbaratando un trallazo cruzado de Muniain. Y, tras el descanso, Ibai y Aurtenetxe fallaron solos ante el meta gaditano cuando lo tenían todo a su favor.
Adiós, Pep; hola, Tito

Guardiola, vitoreado por su afición en diversas fases del choque, dijo adiós con un nuevo título. Pep se va. Pero en manos de su sucesor, 'Tito' Vilanova, deja un legado impresionante. Un equipo único e inigualable. Y un proyecto que tiene pinta de seguir siendo triunfal. Con una filosofía y una materia prima como esta es casi imposible pensar otra cosa. Gràcies Pep, gràcies, Barça!.

Floren-timo Pérez

Carles Torras 12/05/2012 06:00


Si algo bueno tienen las crisis es que hacen aflorar agujeros negros, cajas B, fondos malversados, bancos malos, y timos interestelares. En una información publicada esta semana por el New York Times, los norteamericanos desnudan la desesperada situación financiera de ACS, la empresa que preside Florentino Pérez. Al prestidigitador de las finanzas empiezan a caerle las pelotitas de las manos. Ya no es capaz de moverlas con tanta rapidez como para engañar el ojo humano, y se le ha visto por fin el truco.
Por suerte, la información no la publica la 'caverna mediática de la botifarra', como dicen en Madrid. Según el rotativo neoyorquino, ACS es directamente responsable de buena parte de la deuda privada española, que es un problema todavía más grave -y ya es decir- que el de la deuda pública. Don Florentino, el ser superior que fichó al Special One, resulta que tiene un agujero en el bolsillo por el que ha perdido 9.849 millones de euros. Esta deuda, asómbrense, es dos veces el valor de ACS en el mercado. Esto, en mi casa, tiene un nombre.
Pero la cosa no acaba en un problema económico particular de Don Florentino. Resulta que la nacionalización de Bankia ha tenido un efecto colateral inesperado: los contribuyentes hemos tenido que asumir parte de la deuda que el Madrid contrajo con Caja Madrid para adquirir los derechos de Cristiano Ronaldo. Ya dijo el portugués que sería el último en reír: sabía que se llevaba nuestra pasta.
El gran mérito de un financiero es ganar mucho produciendo más bien poco y procurar que si las cosas salen mal lo acaben pagando otros. Cuando entró Rosell en el Barça y empezó a encender todas las luces de alarma por la situación económica del club, hubo muchos en Madrid que nos miraron con condescendencia: “Pobrecitos, qué mal gestionan”. Ahora vendrá el momento de pedir explicaciones a todos los que han colaborado en el tinglado madridista, empezando por José María Aznary el primer pelotazo de la Ciudad Deportiva.
Este verano voy a sacar entradas de primera fila para ver cómo el mago Floren extrae de la chistera más créditos para pagar a sus fichajes estelares. ¿O habrá, por imperativo económico, más incorporaciones de 'clase media', como los Altintop, Sahin, Varaney compañía? Si no le llega, siempre podrá fichar a un par de alevines y sentarse a verlos crecer.
La burbuja del fútbol tiene que empezar a deshincharse, y lo lógico es que lo haga por donde empezó el festival: por las oficinas de la calle Concha Espina. Los ciudadanos hemos empezado a ver que las omnipotentes y omnipresentes cajas de ahorros eran en realidad una falla valenciana. Pues ahora los aficionados al fútbol deseamos también que empiecen ya a caer los decorados, los cortinajes y las tramoyas para que aparezca el escenario entero. Y a ver quien se ríe más al final.
Indios 1, vikingos 0
Viendo estos días el modesto e irónico anuncio del Atlético de Madrid (“Papá, ¿es más importante la Europa League que la Champions?; “Depende, hijo, depende”) y la explosión de júbilo popular sin arrogancia ni chulería de los colchoneros, me he acordado de una camiseta que le vi una vez a un aficionado merengue. Decía: “No sólo soy perfecto, también soy madridista”. Por la boca muere el pez.

divendres, 25 de maig del 2012