diumenge, 6 de maig del 2012

1-2: Un Madrid resacoso gana en Granada, con tangana final

Jefe de sección | Fútbol    

FICHA TECNICA

1 Granada
2 R. Madrid
25. Julio Cesar
21. Cortés
8. Iñigo López
9. Borja
6. Siqueira
24. Hurtado
14. M. Rico
11. Dani Benítez
17. C. Martins
23. Abel Gómez
12. Jara
7. Ighalo
22. Geijo
13. Adán
18. Albiol
19. Varane
2. Carvalho
12. Marcelo
5. Sahin
14. Xabi Alonso
11. Granero
22. Di María
21. Callejón
8. Kaká
20. Higuaín
7. Cristiano R.
9. Benzema
El jugador BBVA del partido ha sido Jara
Arbitro: Clos Gómez (C. Aragonés)
Estadio: Los Cármenes (22.000 esp.)

CAMBIOS

Min. Sale
Entra
73 17. C. Martins 23. Abel Gómez
85 7. Ighalo 22. Geijo
46 5. Sahin 14. Xabi Alonso
58 22. Di María 21. Callejón
46 8. Kaká 20. Higuaín

GOLES

  • 1-0 Jara (4')
  • 1-1 Cristiano R. (80')
  • 1-2 Cortés (94')

TARJETAS

  • Albiol (24')
  • Higuaín (64')
  • Xabi Alonso (71')
  • Hurtado (78')
  • Dani Benítez (79')
  • Borja (90')
  • Hurtado (94')
Jesús Galindo 05/05/2012 23:00
José Mourinho presentó una alineación revolucionaria, como había anunciado su fiel Aitor Karanka. Una defensa con Albiol, Varane, Carvalho y con Marcelo como único titular habitual; un doble pivote también inédito con Granero y Sahin; una segunda línea de ataque con Di María, Kaká y Cristiano; y Benzema en punta. El resultado de ese once fue un equipo desconfigurado, con unos jugadores a los que se les notó en exceso la falta de minutos, y también la falta de ambición al saber que cuentan muy poco para José Mourinho, y unos titulares todavía resacosos por la celebración de la Liga. Benzema parecía que seguía en Cibeles, porque sobre el césped de Los Cármenes no se dejó ver, y Cristiano Ronaldo, sin fuerzas para conseguir su objetivo de quitarle el pichichi a Messi.
Por su parte, el Granada de Abel Resino necesitaba la victoria para asegurarse la permanencia y así lo hizo saber desde el primer minuto. Saltó al campo a aprovecharse de la resaca del Madrid y también de la alineación presentada por Mourinho y a los 4 minutos ya reflejaba en el marcador su superioridad. Jara le quitó un balón a Marcelo en terreno granadino, se fue sólo hacia adelante, sorteó a Carvalho y de nuevo a Marcelo, y marcó por entre la piernas de un vendido Adán, 1-0. Sólo un minuto después, Ighalo tuvo el segundo en una doble ocasión que dio primero en Adán y en Marcelo su segundo remate.
El Madrid seguía sin aparecer y aunque todos buscaban a Cristiano Ronaldo, no lo encontraban. Un cabezazo alto (7') y un lanzamiento de falta que estrelló en la barrera (10') fue su única firma en el primer tiempo. Y precisamente ese lanzamiento de falta coincidió con el gol de Messi en el Camp Nou al transformar una falta.
Muy descontento con la imagen que estaba ofreciendo su equipo, José Mourinho movió ficha tras el descanso y dio entrada a Xabi Alonso e Higuaín por Sahin, que quedaba sentenciado con la sustitución, y Kaká, desaparecido en el primer tiempo.Y poco después dió entrada a Callejón por  Di María. Los cambios le dieron más empaque al juego madridista y más balones a Cristiano Ronaldo que tiraba otra falta a la barrera y desperdiciaba un uno contra uno ante Julio César. No había ocasiones claras para el Madrid aunque sí un mayor dominio del balón.
Pero un absurdo  y claro agarrón de Moisés Hurtado sobre Cristiano en el área, le permitió al portugués marcar un infructuoso gol de penalti, mientras le llegaban las noticias del póker de Leo Messi. Y el infortunio acabó cebándose con el Granada ya que en plena presión del Madrid, un remate fallado por Granero lo metió Cortés en propia puerta.
Y tangana final. En la jugada siguiente, ya en el 94' el Granada se disponía a botar un córner y Clos Gómez decretó el final del partido. Las protestas de los granadinos se saldaron con dos expulsiones, Moisés y Siqueira, el un botellazo a la cara del colegiado aragonés, lanzado desde lejos por Dani Benítez.
El Real Madrid salvaba así los platos y se llevaba un inmerecido triunfo de Los Cármenes que condena al Granada a sufrir hasta la última jornada de la Liga.

"Cristiano es uno de los tontos más tontos que ha dado este deporte"dice un articulista del El Correo

El tonto

Cristiano Ronaldo es un caso único: siendo uno de los mejores jugadores de la historia, no ha desarrollado un solo atributo moral como futbolista

03.05.12 - 19:42 -



El fútbol produce todo tipo de personajes. Basta con hacer un poco de memoria para constatar que la fauna de entrenadores y jugadores es variadísima. Entre ellos los hay analíticos, vehementes, francos, chulapones, honestos, cavilosos, metódicos, pusilánimes, fatuos, geniales, tímidos, charlatanes, sansirolés, iluminados, cierrabares, taimados, estajanovistas... Podríamos seguir con los adjetivos al estilo de José Mota, pero no es necesario. Todos sabemos que el fútbol es como la vida: hay de todo. Por ello resulta curiosa y emocionante la aparición de un especímen nuevo, de alguien nunca visto hasta la fecha; de alguien como Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro. Hablamos de uno de los grandes futbolistas de todos los tiempos, de un portento goleador al que ya nadie puede discutir su inclusión entre los diez mejores jugadores de la historia. Y hablamos también –y esto es lo llamativo– de uno de los mayores tontos que ha dado este deporte.
Reconozco que estos personajes extraños y únicos me inspiran una gran curiosidad. Cada uno es como es. Yo veo a un tipo levantándose el pantalón y señalando su cuádriceps cuando marca un gol, o le veo que no celebra un gol de su equipo porque no lo ha marcado él, o le veo haciendo pucheros tras una ocasión fallida o provocando a las aficiones rivales con gestos estúpidos o pasando olímpicamente de un rival al que ha pegado un tremendo balonazo en la cara –es más, se diría que el miércoles, tras dejar noqueado a Susaeta, lo que de verdad le molestaba a Cristiano Ronaldo es que el eibarrés tuviera cabeza y que ésta se hubiese interpuesto en el camino sagrado de la pelota– y más que indignación o asco lo que siento es una tremenda curiosidad. Una pregunta me asalta y reconcome: ¿cómo se puede ser tan tonto? Porque la tontería del delantero del Real Madrid está tan trabajada como sus abdominales.
No he encontrado todavía la respuesta. Es evidente que Cristiano Ronaldo tiene razones para el envanecimiento y para sufrir una hipertrofia del ego similar a la de su entrenador y compatriota José Mourinho. Es joven, guapo, multimillonario, famoso, triunfador... De hecho, él mismo ha dicho más de una vez que el mundo le tiene envidia cochina por ello. También es cierto que es un chaval con una educación muy escasa y de una extracción muy humilde. Hace tres años tuve la oportunidad de visitar Funchal y recorrer los paisajes de su infancia. Estuve en la Travessa da Quinta do Falcao, cerca de la iglesia de San Antonio. Era un camino sucio y estrecho donde varios carteles anunciaban una campaña de desratización. La casa de la familia Aveiro había sido derruida, pero me dijeron que había sido como las demás, blanca y pobre, con tejado de uralita y flores en las ventanas. Su padre era alcohólico y murió a los 54 años, su madre limpiaba casas ajenas y tenía un hermano drogadicto. Que un niño con estos condicionantes pierda la cabeza con el éxito, la fama y el dinero entra dentro de lo posible. Se han dado mucho casos. Vamos, que es normal que esta gente sea un poco tonta o pagada de sí misma. Pongámonos cualquiera de nosotros en su piel con veintipocos años.
Lo que resulta verdaderamente llamativo es que, a lo largo de su carrera, desde que comenzó a marcar sus primeros goles en el modesto Andorinha, allá en las alturas humildes de Funchal, Cristiano Ronaldo no haya desarrollado un solo atributo moral como futbolista. Uno ha conocido jugadores muy chulos, pero mataban por sus compañeros y se alegraban de sus goles como si fueran suyos, o tenían gestos de nobleza con sus rivales en mitad de la refriega o al final de los partidos, o fuera del campo cambiaban de registro y, de repente, se convertían en personas educadas y entrañables. Algunos de los códigos más honorables del fútbol, de hecho, han surgido en escenarios de pobreza como los de la infancia de Cristiano Ronaldo o incluso mucho peores. Por lo visto, el delantero madridista no debió enterarse. No estaba en clase cuando daban aquellas lecciones. El problema es que lo suyo ya no tiene solución. Si como futbolista no tiene precio, como tonto, tampoco.

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