Josep Maria Casanovas
| 15.11.2013 | 04:05h.
UNA VOTACIÓN REÑIDA. A
Cristiano Ronaldo le puede dar un infarto si no gana el Balón de Oro
cuando todavía no ha superado el ataque de celos que le provocó que
Messi conquistara cuatro trofeos de forma consecutiva, del 2009 al 2012.
No le perdona que le haya arrebatado el trono del fútbol mundial, que
por tres años tuviera que conformarse con ser segundo. Es la cruz que
arrastra con más dolor. Pagaría dinero de su bolsillo para volver a
ganar este galardón que ya conquistó en el 2008. Con Leo lesionado se
las promete muy felices pero se puede llevar otra decepción de
campeonato. El mejor jugador del mundo no es el que marca más goles, es
el que consigue que su equipo gane más títulos. Y aquí el portugués
tiene las de perder. En el último año no ha levantado ningún título
importante con el Real Madrid y esto es un hándicap considerable si
tenemos en cuenta que el otro gran favorito, Ribéry, ha ganado
Champions, Bundesliga y Copa con el Bayern. Este es su gran rival. No
tiene el nombre y la fama de Cristiano pero ha realizado un año redondo
que puede tener un reconocimiento mundial. Ronaldo ha comenzado muy bien
esta temporada jugando a gran nivel, pero no debemos olvidar que se
valora el conjunto del año lo que puede restarle votos. Si en esta
edición, que está previsto que no gane Messi, tampoco la gana Cristiano
le puede entrar una depresión y puede acordarse de la madre de Blatter.
MESSI NO CUENTA. Messi
no hace falta que se haga una americana a la medida en Dolce &
Gabbana para recoger el trofeo más valioso. Este año el Balón de Oro no
le toca. Estará en el podium de los finalistas pero no lleva la ventaja
de otras temporadas donde su victoria era clara y previsible. El
portugués quiere aprovechar esta oportunidad. Cristiano está en campaña
dando entrevistas en medios internacionales buscando votos y dejándose
querer. El Real Madrid ha puesto en marcha un altavoz de elogios.
Ronaldo está convencido de que se lo merece y que se lo tienen que dar.
No valora la campaña de Ribéry hasta considerarlo un jugador de nivel
inferior. Detrás de esta elección hay una lucha soterrada entre las dos
grandes marcas del deporte mundial, Nike y Adidas, que mueven sus
influencias sin disimulo para presumir de tener al Nº 1. Nike quiere
poner a Ronaldo en lo más alto mientras que la maquinaria de Adidas
trabaja para que Ribéry suceda a Messi. La suerte ya está echada, anoche
se cerró el plazo de votación pero el ganador se mantendrá en secreto
hasta el 13 de enero.
http://www.sport.es/es/noticias/josep-maria-casanovas/cristiano-puede-dar-infarto-2839889
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