Diego Torres se convierte en testigo de cargo contra la Monarquía

DECLARACIÓN QUE IMPLICA A LA CASA REAL

SÁBADO, 16 DE FEBRERO DE 2013
MANUEL ARIAS

El antiguo socio y amigo de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, no acepta elpapel de chivo expiatorio que, supuestamente, se le había asignado en el deselnace del escándalo Noos. Hoy ha hablado largo y tendido ante el juez, sobre el activo papel de la Infanta Cristina y la misma Casa Real en las andanzas mercantiles del ex jugador de balonmano. De hecho, ha declarado que las líneas maestras de algunos negocios se elaboraron en el propio Palacio de la Zarzuela.

Diego Torres todavía sigue declarando en el juzgado de Palma, donde acudió poco antes de las 10 de la mañana. Según han ido filtrando los abogados asistentes a la declaración de Torres, en los sucesivos descansos de su testimonio, el antiguo profesor de negocios está ratificando y ampliando, punto por punto, las informaciones contenidas en los correos electrónicos desvelados semanas atrás. La interrelación del personal de la Zarzuela, concretamente del asesor de las infantes José Manuel Romero, habría sido mucho mayor de la conocida hasta la fecha, según ha explicado Torres.
Entre las afirmaciones que, según las fuentes citadas, ha efectuado Torres al juez instructor, José Castro, figura el detallar como las líneas maestras de una de las actuaciones más ‘sospechosas’ de la Fundación Noos, el patrocinio del Valencia Summit, se pacto y diseñó en el mismísimo palacio de la Zarzuela, con la participación activa y el acuerdo de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el entonces Presidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps… y la Infanta Cristina, activa en la negociación junto con su marido Urdangarin.
Al parecer, Torres habría aportado detalles no sólo de este negocio, sino de otros ‘trabajos’ de la Fundación en los que la hija de los Reyes habría participado activamente. De hecho, habría afirmado que –la Infanta- “se implicaba como uno más y daba órdenes como uno más en la Fundación”. No es éste el único punto de su declaración que supone un torpedo directo a la línea de defensa seguida hasta ahora para mantener a la realeza española alejada de los presuntamente turbios manejos de la Fundación y del yerno del Rey.
Según su antiguo socio, tanto su mujer Cristina, como la misma Casa Real, conocían perfectamente que Urdangarin no se había retirado en absoluto de los negocios y trapicheos de Noos. Simplemente, a petición del Monarca, había pasado a ocupar un discreto segundo plano desde el que seguía operando en la sombra.
También implica en estas maniobras de ocultación al asesor asesor de la Casa Real y Conde de Fontao, José Manuel Romero. Teóricamente, este asesor sólo ha reconocido “algún consejo no jurídico” llevado por su “cariño” por las Infantas. Pero Torres señala que –en realidad- lo que aconsejaba era “guardar las apariencias” y procurar que no se pudiese seguir el rastro de Urdangarin, toda vez que había decidido seguir adelante con sus ‘negocios’.

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