dissabte, 19 de gener del 2013

El PP "comprende" la indignación por las revelaciones sobre Bárcenas, pero se niega a investigarlas o aclararlas


Los dirigentes del Partido Popular, que ayer se lanzaron en tromba a los micrófonos para mostrar su dolor por las revelaciones de las actividades de Luis Bárcenas, dentro y fuera del PP, mantuvieron una actitud esquizofrénica a la hora de sortear la crisis. De una lado, pedían prudencia a la espera de averiguar la verdad de las revelaciones periodísticas. De otro, se negaban a realizar nuevas investigaciones internas, "porque ya se hicieron" en su día. Cuando Bárcenas era "inocente".

El PP "comprende" la indignación por las revelaciones sobre Bárcenas, pero se niega a investigarlas o aclararlasDe una parte, La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha pedido prudencia a la espera de “se confirme” la información de que durante años circularon generosos sobres repletos de dinero negro que pasaron de las manos de Bárcenas  a los bolsillos de los principales dirigentes del PP aunque, por supuesto, como en la canción infantil, todo los altos cargos del PP han entonado el “pio pio que yo no he sido” y ninguno ha sido tan estúpido como para reconocer que cobraron en negro del partido, además de en blanco. Según la vicepresidenta, sus compañeros en la mesa del Consejo de Ministros, muchos de ellos presuntos receptores de los sobres de Bárcenas en su condición de sempiternos “primeros espadas” del PP, han oscilado en sus comentarios “de la sorpresa al estupor y, si se confirmarán las informaciones, completa indignación”.

Con ello, parecería que el PP, que no puede contar con la ayuda de la fiscalía para aclarar lo sucedido, ya que la Fiscalía Anticorrupción dejó ayer bien claro que no piensa abrir una investigación de oficio, pensaba poner en marcha su propia investigación interna para salir de su estupor y poder  dar una explicación a los españoles sobre estas graves acusaciones y, como ayer pedían algunos indignados próceres del PP, “con seguir que se llegue hasta el final”. La propia Dolores de Cospedal, secretaria general del PP a tiempo completo y Presidenta de Castilla la Mancha cuando no tiene nada mejor que hacer, arengaba/advertía a sus compañeros concejales, reunidos en Almería espetándoles que, en el PP, el que la hace la paga”.
Pero nada más lejos de la realidad.  El vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano, dejó ayer bien claro que el PP no tiene nada que hacer, salvo enfadarse con todo el mundo, y especialmente con el PSOE, por no esperar a que se aclare la situación y lanzar ya acusaciones. ¿Y cómo se va a dilucidar la verdad? Floriano no se ha dignado a responder. Lo que sí subrayó es que su partido no piensa realizar la más mínima investigación interna, porque  "ya se hizo en su día", cuando estalló el caso Gürtel.
Lo que no ha explicado Floriano es que, cuando el PP realizó esa supuesta investigación, en los albores del escándalo Gürtel, si había que creer a los resultados de la encuesta interna, todo era un montaje de la prensa y de cuatro resentidos. Después llegaron la cascada de procesamiento, de dimisiones, de ceses, como jamás se ha conocido en ningún partido desde la restauración de la democracia.
Floriano ha negado que en su partido se haya pagado nunca con dinero negro y ha arremetido contra el PSOE porque a su juicio está "intentando sacar rédito político con insidias en lugar de hacer posible que se aclare"."Sencillamente lamentable".
Floriano ha pretendido tocar la fibra sensible de su auditorio explicando que él jamás ha cobrado de la caja B del PP y no tolera que pongan "en tela de juicio" su honestidad, porque, aseguró  el "único patrimonio que deja a sus hijas" es su "buen nombre".
Sin embargo, más allá de su honorable palabra, ni el ni sus conmilitones, en las múltiples comparecencias y declaraciones públicas efectuadas ayer, han aportado ninguna prueba ni explicación de cómo Bárcenas se ha podido transformar, en apenas 24 horas de revelaciones periodísticas, del tesorero honorable y sin tacha, víctima de un complot, como aseguraba el PP en su momento,  a un presunto delincuente que apalea los millones en Suiza, y que posteriormente los blanquea con la autopista legal preparada a tal efecto por su antiguo compañero de partido Cristóbal Montoro.
Y como subrayaba indignado Floriano, "luego vamos por la calle y los ciudadanos arremeten contra nosotros". Incomprensible.

http://www.diarioprogresista.es/articulo.asp?idarticulo=21772