Lo repite en todas y cada una las entrevistas que concede. Pese a que ha ganado todos los títulos habidos y por haber con el
FC Barcelona, y aunque va
se ha llevado tres 'Balones de Oro' consecutivos,
Leo Messi
tiene una espina clavada desde que la temporada pasada se dijera adiós
definitivamente a la Liga con la derrota ante el Real Madrid en el Camp
Nou y después fallara un penalti decisivo en las semifinales de la
Liga de Campeones.
El 24 de abril no se le olvida a Leo. El conjunto azulgrana fue
infinitamente superior a su rival, que con un planteamiento mezquino no
pudo evitar que el
Barça se adelantara 2-0. Un inesperado tanto al filo del descanso les metió en la eliminatoria pero
Messi tuvo en sus botas en la segunda mitad el 3-1, que posiblemente lo hubiera cambiado todo. Pero falló la pena máxima y
Fernando Torres, casi al final, puso la puntilla a los culés con
el 2-2 definitivo.
Unos días antes, el Real Madrid había tomado el Camp Nou y el Barça decía adiós a la Liga. Esa noche
Messi también lo pasó muy mal al no poder rendir a su habitual nivel y de ello dan fe algunas de las fotos que aparecen en el libro '
Barça, orgullosos de nuestros colores' que saldrá a la venta este jueves y en el que se descubre al
FC Barcelona más íntimo a través de las instantáneas de
Miguel Ruiz y los textos de
Ricard Torquemada.
Messi y sus compañeros llorando aquel día del
Real Madrid son
algunas de las que aparecen, junto por supuesto a las numerosas
alegrías que se produjeron la temporada pasada. Pero ese KO ante los
blancos y la posterior eliminación ante los ingleses fueron episodios
fundamentales para entender las razones por las que el
Barça sigue teniendo hambre y desea ganar la Liga y la Champions.
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